Su ubicación era apartada de todo el jaleo, a poca distancia del Augarten. Y muy, pero que muy cerca de las principales atracciones, de la estación de tranvía y también del ayuntamiento.

Un edificio muy cómodo y habitaciones bien decoradas con una cama de matrimonio. El hotel nos proporcionó un depósito de equipaje, instalaciones para hacer té y una cocina. La ubicación era cómoda para visitar el museo y la catedral, estaban a un par de minutos andando del hotel.

El personal estaba dispuesto a ayudar en todo lo que necesitaba.

Las habitaciones con un sillón y también aseos independientes.

Hotel perfecto, ubicación estupenda, comida riquísima. Tiene habitaciones ordenadas y espaciosas con un espacio de almacenamiento y una cocina. Una cama súper cómoda y un baño grande. Un registro rápido y un servicio excelente. Además, hay un parking privado disponible en la propiedad, pero cuesta 20 euros por día.

Me ha gustado el hotel, la ubicación es estupenda y el personal increíblemente agradable. Lo que es más, estaba muy, pero que muy cerca de un supermercado, del centro de la ciudad y de los tranvías. Tenía una habitación espaciosa y muy limpia, incluía un espacio de almacenamiento y una cocina.

Diría que es un buen sitio para alojarse y explorar Viena. La habitación es funcional y tiene un depósito de equipaje y una cocina. Los baños son grandes. Seguro que volveré si alguna vez estoy en Viena.

Este hotel bien organizado y moderno está situado a un par de minutos andando de un museo y una catedral. El hotel está en el corazón de Viena y a dos pasos de un río y parques. Situado a un paseo de la estación de metro en una zona perfectamente segura.

Estaré de vuelta no importa cuando.

Personal amable y simpático. Habitaciones cómodas y limpias para grupos grandes. Zonas comunes espaciosas y divertidas con futbolín y billar. Cerca de paradas de metro para llegar rápido al centro. Buena idea tener cocina disponible.

La habitación triple es de buen aspecto, también nos han gustado las vistas, son bonitas.

Ubicación céntrica, a un par de minutos andando del museo y la catedral. Está ubicado a un paseo de una estación de metro. La comida estaba buenísima, el personal estaba dispuesto a ayudar. Las habitaciones son bien decoradas y nuevas, incluyen un depósito de equipaje, instalaciones para hacer té y una cocina, me ha gustado todo.

Habitaciones bien equipadas y nuevas y un personal muy amable. Hay una bañera en el baño. La ubicación, a unos pasos de los Flex fue tranquila y práctica. El hotel se encontraba en una zona perfectamente segura.

Grato recibimiento en español. Habitación tranquila y agradable. Personal amable y atento. Recomendaciones de restaurantes cercanos. Buena relación calidad-precio. Limpio y con facilidades. Cocina de uso exclusivo. Desayuno por 7,5€.

Nada que decir.

Ubicación tranquila, habitaciones dobles nuevas con baños separados y una nevera.